La dictadura, que tuvo algunas dificultades por su comportamiento y características durante la II Guerra Mundial, sobrevivió y participó en la Guerra Fría. Poco tiempo después, hubo un cambio de política económica en el país, abandonando así la autarquía, entre otras medidas, como también fue la planificación indicativa, permitiendo así que España experimentara por crecimiento económico notable, aunque con algunos costes sociales y desequilibrios territoriales.
El régimen se dotó de una organización menos autoritaria (tecnocracia, democracia orgánica,…) aunque seguía siendo una dictadura militar conservadora donde había una fuerte represión de la oposición. Por otro lado, también se experimentó una modernización social y un crecimiento de la oposición interior. La dictadura finalizó con la muerte de Franco y en ese momento se abrieron expectativas de cambio político democrático y de reconciliación entre los españoles: la Transición.
1. Fundamentos, apoyos y oposición a la dictadura
1.1. Instituciones y bases ideológicas
El régimen franquista fue una dictadura militar conservadora. El régimen abandonó su forma de organización fascista debido al contexto de la Guerra Fría. Se favoreció un limitado pluralismo dentro del régimen (democracia orgánica) pero sin acabar con la existencia de un único partido. Se promovió la elección directa de una parte de los procuradores en las Cortes (tercio familiar). Se aprueba, en 1967, la Ley Orgánica del Estado, dando lugar así a la Monarquía del Movimiento Nacional.
La Iglesia, que apoyó al régimen franquista, se fue distanciando (doctrina del Concilio Vaticano II), pero hubo muchos católicos que siguieron prestando su apoyo al régimen (Opus Dei). Al contrario que la Iglesia, el Ejército, que también había apoyado a Franco, mantuvo su apoyo.
1.2. Bases sociales
La dictadura se apoyó, en mayor medida, en la oligarquía agraria, los grupos financieros e industriales. Los cambios, producidos en los años cincuenta y sesenta, modificaron su influencia en otros grupos sociales. Tuvo una gran importancia el papel de los obreros y de las clases medias que estaban satisfechas por el bienestar económico y, cada vez en mayor medida, partidarios a un cambio político democratizador. La universidad fue hostil, es cierto que la oposición creció pero también se mantuvo la indiferencia política.
1.3. Oposición al régimen
En los años cincuenta, la oposición es interna y débil, tan sólo destacan la universidad y algunas huelgas.
La conflictividad laboral aumentó y surgieron de otros frentes de críticas (ETA, GRAPO, Contubernio de Múnich,…).El Contubernio de Múnich exilió la actuación de sindicatos clandestinos, la movilización de la universidad, etc. Por otro lado, apareció el terrorismo nacional vasco, en los cincuenta surge ETA y comienza una escalada terrorista desde finales de los sesenta. Ante éste hecho, se declaró en varias ocasiones el estado de excepción. Sin embargo, en Cataluña la oposición fue pacífica y se agrupó en los setenta en Assamblea de Catalunya.
En el último año de la dictadura, cuando se preveía la muerte de Franco, los partidos democráticos se organizaron en dos coaliciones que querían forzar una ruptura democrática: la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática.
2. Política del gobierno franquista (1959-1969)
Desde los sesenta eran perceptibles los avances económicos producidos por la liberalización. Los falangistas, que luego pasaron a ser un grupo ultraderechistas, perdieron influencias frente a otros ministros técnicos (López Rodó, Navarro Rubio,…), algunos de ellos eran miembros del Opus Dei. Carrero Blanco adquirió gran influencia.
La dictadura pasó a ser una democracia orgánica: partido único aunque existía el pluralismo expresado a través del sindicato vertical, la familia y el municipio. Se buscaba que el régimen tuviera respetabilidad internacional. La represión seguía siendo dura (ejecución de Grimau,…). Ante todo esto, el régimen se mostraba estable y celebró “25 años de paz”.
En 1965 entran más reformistas y tecnócratas al Gobierno. La Ley de Prensa suprimió la censura previa y la Ley Orgánica del Estado, que institucionalizó la Monarquía del Movimiento y en 1969 las Cortes designan a Juan Carlos de Borbón como sucesor en la Jefatura del Estado.
La política exterior estuvo en manos de católicos. En los años cincuenta se descolonizó Marruecos. Poco después se intentó, sin éxito, forzar la devolución de Gibraltar y, posteriormente, el cierre de la frontera. Por otro lado, España intentó entrar en la CEE, pero tan sólo se logró un Acuerdo preferencial.
3. Política del gobierno franquista (1969-1975)
Esta etapa comienza con el escándalo de Matesa, en el que varios dirigentes se vieron implicados en la corrupción. Carrero Blanco salió reforzado y prosiguió un proceso de reforma institucional y política aperturista que pretendía garantizar la continuación del régimen tras la muerte de Franco.
Se sabía que si se quería continuar con el régimen, necesitaba cambios. En 1973 se formó un gobierno, que no estaba presidido por Franco, presidido por carrero Blanco. Su proyecto más destacado fue la tramitación de una ley de participación política, que permitiría la existencia de asociaciones políticas dentro del régimen. El continuismo se resintió tras el asesinato de Carrero Blanco, por ETA, en 1973. Arias Navarro, fue nombrado Presidente del Gobierno.
Entre 1974 y 1975 la dictadura entró en crisis. Arias Navarro sacó adelante su proyecto de Asociaciones Políticas. El pluralismo político era muy limitado y ni siquiera los aperturistas del régimen estaban satisfechos. El terrorismo de ETA, FRAP y GRAPO aumentó. La situación económica empeoró, debido a la crisis del petróleo, y hubo opositores en el ejército (Unión Militar Democrática), simpatizantes de la Revolución de los Claveles de Portugal. Las relaciones con Marruecos empeoraron por el fracaso de la descolonización del Sáhara Occidental (Acuerdos de Madrid). Cada vez era más obvio que Franco estaba muy mal de salud. Franco muere el 20 de noviembre de 1975 y el día 22 las Cortes españolas proclaman a Juan Carlos de Borbón como Jefe de Estado.
4. La economía, la sociedad y la cultura
Desde 1957 el Gobierno cambia de política económica, abandonando la autarquía por una liberalización económica. Como consecuencia la economía española se incrementó y hubo transformaciones sociales (urbanización, industrialización…).
Navarro Rubio y Ullastres impulsaron el Plan de Estabilización (1959), favoreciendo así la inversión extranjera. Hubo un notable crecimiento de la emigración interior y exterior, especialmente a Europa. Se pretendía impulsar la industrialización gracias a las ventajas fiscales y subvenciones. Se crearon planes de desarrollo. Aunque algunos objetivos no se cumplieron, el efecto fue favorable y el país se industrializó. Las remesas de los emigrantes y el boom turístico fueron muy importantes para nuestro país. En los años sesenta el crecimiento se ralentizó debido a la crisis del petróleo.
La sociedad fue cada vez más abierta a las influencias exteriores. El modelo de los extranjeros, en el que el pero de los valores religiosos era menor, fue un modelo para la creciente secularización española. La Ley de Prensa toleró la edición de libros, revistas,…, y también hubo tolerancia hacia la literatura en catalán, gallego,….Se favoreció la enseñanza profesional (universidades laborales) y la ampliación de la enseñanza obligatoria hasta 14 años.